domingo, 5 de abril de 2015

Se busca sucesor de Guillermo Varela Romero


Digan lo que digan los detractores del alcalde de Chía, Guillermo Varela Romero, y como dice el refrán popular "al César lo que es del César", la administración que Varela Romero ha llevado a cabo en el Municipio ha generado cambios importantes y positivos, hechos que ya son  reconocidos por la comunidad en general.
Por la naturaleza de su elección, Guillermo Varela Romero fue elegido Alcalde por el Movimiento Independiente, Aico, “Autoridades Indígenas de Colombia”, como producto de la democracia por lo que no quedó en deuda con los partidos tradicionales y no tuvo que empezar su Administración pagando favores.
Este solo hecho, el poder gobernar sin ataduras, marcó la ruta de su carta de navegación por el Municipio en beneficio de una total independencia para gobernar con pulcritud y honestidad en el manejo de las políticas públicas.
Los problemas estructurales que siempre fueron el talón de Aquiles de Chía por falta de planeación a corto, medio y largo plazo, fueron abordados por Varela Romero.
Temas sensibles como seguridad, ajuste fiscal, el estatuto tributario con el cual logró mejorar las rentas, la actualización catastral, políticas públicas en planeación, proyección de vías, recuperación de la Empresa de Servicios públicos que avanza a pasos agigantados; excelentes políticas en cultura, en deportes; terminación de obras dejadas por otras administraciones que generan detrimento patrimonial; políticas sociales con la infancia, juventud y adulto mayor, con personas en condición de discapacidad; en fin hay que reconocer que este Alcalde se puso las botas para gobernar a su pueblo.
Un punto muy alto ha puesto Guillermo Varela Romero a su sucesor, porque si bien no va a alcanzar a terminar algunas obras, como el desarrollo de las troncales, éstas quedan planificadas y algunas firmadas en alianzas público- privadas.  Han jugado en su contra el tiempo y el papeleo requeridos. En impactar una vía como la Variante por ejemplo, que es una concesión, se involucran intereses nacionales, departamentales y del orden privado, lo que ha generado cambios en los tiempos estimados.
En ese orden de ideas cualquiera que resulte elegido sucesor o sucesora de Guillermo Varela Romero, se va a encontrar con unos sistemas de planeación de avanzada a quince, veinte y veinticinco años. Unas finanzas robustecidas que le permiten a la ciudad empoderarse de sus activos y no a unos grupitos  insaciables que creen que Chía es una plaza objeto de su lucro particular.
Con estos instrumentos de planificación pueden avanzar de inmediato, ya la casa le queda al sucesor organizada. Por lo que es fundamental que los ciudadanos, en las próximas elecciones de octubre, no voten por nombres, slogans, sino por programas de gobierno serios, concretos, explícitos y claros.
A la fecha no conocemos ningún programa de las personas que han propuesto su nombre para la alcaldía de Chía. Estamos buscando un sucesor honesto y capaz que ponga el punto más alto a como lo va a dejar Guillermo Varela Romero.